Poda de la orquídea

Las orquídeas tienen una gran facilidad de adaptación al medio, por eso las podemos encontrar en prácticamente todos los lugares en la Tierra. Es una planta muy popular ya que posee cerca de 25.000 especies. Tiene muchas peculiaridades, entre ellas, su tamaño. Puede fluctuar desde unos pocos centímetros hasta poseer el porte de un árbol. 

Estas plantas tienen un gran valor ornamental. Sin embargo, sus cuidados no son de los más sencillos. Si aprendes a hacer su poda correctamente, podrás seguir disfrutando de sus ventajas como flor decorativa en todos tus espacios. A parte de la poda anual debemos regularmente eliminar las flores y hojas que se hayan marchitado o estén enfermas, independientemente de la época del año en la que estemos.

El momento de la poda de la orquídea llega después de su floración. Es decir, una vez al año. También se puede dejar que los tallos florales sigan creciendo y se sequen para posteriormente dejar salir nuevos. Pero si lo que queremos es una nueva colección de flores de buen tamaño y fuerza, la poda será nuestra mejor aliada.

Hay que podar los tallos que han tenido flor a unos dos centímetros de la base. De esta manera estimularemos la planta a dar nuevos aún más fuertes. El corte que debemos de realizar tiene que ser de forma transversal y lo más limpioque podamos. Para ello, necesitaremos como herramienta unas tijeras de podar o una navaja.