Los cactus son unas plantas increíbles. Son muy fáciles de cuidar, y además poseen unas flores muy decorativas. Por si esto fuera poco, suelen tener un precio de venta muy bajo, por lo que no es difícil que acabemos teniendo una interesante colección en poco tiempo.
Pero, ¿cuáles son las características de los cactus? En este artículo especial vas a descubrir los tipos que hay, los que resisten mejor el frío, y si aún tienes ganas de saber más, sigue leyendo porque te vamos a dar una serie de consejos para que tengas unas plantas estupendas.
Origen y evolución de los cactus
Nuestros protagonistas tienen un origen común: América, y más concretamente América Central. Se cree que aparecieron en la Tierra hace unos 80 millones de años. Por aquel entonces tenían hojas, pero a medida que el clima se iba volviendo más seco y cálido, comenzaron poco a poco -en cuestión de miles de años- a ‘convertir’ las hojas en espinas.
Si bien no han llegado demasiados restos fósiles de aquella época, sí que nos podemos hacer una idea de cómo fue su evolución gracias al género botánico Pereskia, el más antiguo de todos. Esta planta suculenta posee hojas, areolas y un tallo suculento que es donde tiene sus reservas de agua.
¿Cómo diferenciar los cactus de otras plantas? Sepámoslo.
Familia Cactaceae
Los cactus son unas plantas suculentas con o sin espinas las cuales pertenecen a la familia Cactaceae. Originarios de América, hoy en día han logrado adaptarse a las condiciones climáticas de varias partes del globo terráqueo.
Es bastante extensa, pues cuenta con 200 géneros, con unas 2500 especies. Aunque si te parecen pocas, debes saber que constantemente están apareciendo nuevos cruces y cultivares realmente asombrosos.
Las plantas cactáceas se caracterizan por lo siguiente:
- Areola: es la señal de identidad de estas maravillosas plantas. Las encontrarás en las costillas. De ellas surgen las espinas -en el caso de que las tenga-, flores, pelos e incluso hojas.
- Tallo: también llamado ‘cuerpo’, puede ser columnar (tallos cilíndricos que crecen hacia arriba), globoso (con porte esférico) o cladodio (tallos aplanados).
- Flor de cactus: son sin duda la parte del cactus que más llama la atención. No duran tanto tiempo como las de otras plantas, pero pese a ello, siguen atrayendo a nuevos curiosos y amantes de los cactus. Son solitarias y hermafroditas, lo cual quiere decir que las flores se pueden autopolinizar solas, puesto que tienen los órganos reproductivos femeninos y masculinos en ella.
- Fruto: suele ser pequeño, de unos 2-4 cm de longitud. En su interior contienen alrededor de 10 semillas, dependiendo del género.
Cuidados de los cactus
Se suele pensar que son plantas muy resistentes a la sequía, que pueden estar sin agua durante semanas, pero la realidad es distinta. Hace un par de años un hombre, que llevaba años cultivando cactus, me dijo una cosa que se me quedó grabada en la memoria, que fue: si los cactus no necesitasen tanta agua, se verían más en los jardines donde las precipitaciones son muy escasas. Ese día se derribó uno de los mitos más importantes.
Es cierto que son plantas que viven en regiones áridas, pero se alimentan de las lluvias que lleva el monzón, las cuales por cierto me comentó el productor de cactáceas que eran unas de las más nutritivas del mundo. Así pues, ¿cómo se cuidan?
Bueno, son plantas muy agradecidas, pero… hay que regarlas 🙂 . La frecuencia variará dependiendo de la estación en la que te encuentres, del sustrato que tenga, y también de la propia edad del cactus. Sin embargo, para tener una idea más o menos general, podemos decir que…:
- Riego: regaremos unas 2 veces por semana en verano, bajando a 1 cada siete o diez días el resto del año. En invierno, siempre que la temperatura baje de 0ºC, se suspenderán los riegos hasta que regrese la primavera. El agua que le demos es conveniente que sea de buena calidad, es decir, de lluvia, pero en el caso de que no tengamos cómo conseguirla, se puede regar sin problemas con agua mineral o del grifo. Pero, eso sí, si tienes un agua con mucha cal, llena un cubo y déjalo durante una noche para que los metales pesados, como la cal, se depositen en el interior del mismo.
- Abono: es muy recomendable. Para que tenga un crecimiento y un desarrollo excelente, hay que abonar utilizando un fertilizante específico para suculentas. Si prefieres optar por abonos naturales, puedes usar guano o humus líquido siguiendo las recomendaciones del fabricante, o estiércol de caballo.
- Sustrato: necesitan una tierra con buen drenaje, ya que temen el encharcamiento. Una buena mezcla sería: 60% turba negra + 30% perlita + 10% arena de río. Si vives en una zona muy lluviosa añade más perlita; en cambio, si tienes un clima seco o muy seco, añade un poco de turba.
- Exposición: al ser unas plantas amantes del sol, hay que ubicarlas en un lugar donde reciban al astro rey directamente. En el caso de que vengan de invernadero, es preferible colocarlos a semisombra (donde tenga más luz que sombra), e ir poco a poco exponiéndolo más al sol.
VÍA: https://www.jardineriaon.com/caracteristicas-de-los-cactus.html
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