Las flores con su magnífica variedad de colores, formas y perfumes son los acentos naturales por excelencia en la decoración. Ya sean centros de mesa, bouquets para la cómoda o ramos para las habitaciones de la casa, todos los podés hacer por ti misma, solo necesitás inspirarte y darle rienda suelta a tu creatividad.
En miniatura. Los bouquets clásicos son sinónimo de femineidad y delicadeza. Con tus especies favoritas podés armar tus propios arreglos al atar con cintas de raso o rafia algunos capullos de rosas, lirios, tulipanes, entre otras, y variarlos tanto por los tamaños como por la longitud de los tallos según el lugar donde quieras colocarlos. Los floreros de cristal, de plata o de acrílico dan los toques finales.
Solo en verde. Para ambientes más casuales puedes optar por trabajar con flores, plantas y follaje en diversos matices de verde. Ramas de eucalipto, pino y hasta hiedra, las puedes combinar con magnolias y freesias y, así, hacer arreglos de mayor volumen, con efectos de cascada para engalanar las mesas del comedor o las repisas del salón, biblioteca o el corredor principal.
En primer plano. Los centros de mesa son protagonistas en fiestas de etiqueta, cumpleaños, aniversario, entre otras. Para estos puedes seleccionar flores exuberantes, como aves del paraíso, girasoles o bastones, o algunas más tradicionales, como gardenias, campánulas o gladiolas, y así crear pompones menudos y frondosos, altos y elegantes arreglos con follaje o geométricos ramos en bases planas. Los pines con incrustaciones brillantes, piedras, cintas o espigas son elementos que le imprimen toques personales.
Esculturales. “Menos es más” dice el dicho y éste también se aplica en materia de flores. Orquídeas en tonos profundos, calas, hortensias y camelias son ideales para situar, solas o en números impares, en mesas de noche, escritorios, o sobre muebles auxiliares en las esquinas. Las bases, de cerámica, terracota o vidrio, son igualmente importantes para no cortar la línea visual y darles máxima exposición a las flores. Este tipo de arreglos son muy sencillos de hacer, pero debes investigar acerca del tipo de planta –si son de luz o sombra, riego y cuidados– para mantenerlas espléndidas.
Al estilo Zen. Si preferís el estilo minimalista y la estética oriental, los cuatro elementos tradicionales son tu punto de partida. Tierra, agua, fuego y aire son la base de los arreglos de este tipo pero puedes experimentar con estacas de madera, tallos de bambú, piedras incandescentes y flores acuáticas para ensamblar originales ramos que destacarán por su sencillez y elegancia.
Consejo
Tener a mano un set básico de herramientas de jardinería, con tijeras, regaderas, guantes y, adicionalmente, materiales como palillos, alambres y foam es muy útil para trabajar con flores.
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